ÍNDICE
- ¿Por qué las cerezas son un superalimento?
- Las cerezas y la enfermedad del riñón
- Trasplante
- Hemodiálisis (3 veces por semana)
- Diálisis en el hogar diaria/nocturna y peritoneal
- Cálculos en el riñón
- Información nutricional (cada 100 g/3.5 oz)
- Salsa barbacoa con cerezas
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Las cerezas vienen en variedades dulce, ácida y Duke (mitad dulce y mitad ácida), y se pueden comprar frescas, congeladas o secas. Las cerezas pueden agregar un sabor dulce o ácido a las ensaladas, los batidos, los platos salados y los postres. Elija las cerezas firmes con tallo verde brillante; las cerezas de color más oscuro tienen el sabor más intenso. Las semillas son tóxicas y no deben consumirse.
¿Por qué las cerezas son un superalimento?
- Las cerezas son una buena fuente de vitamina C, fibra, potasio, vitamina B6 y magnesio. Las cerezas ácidas (o agrias) tienen más vitamina C y más de 20 veces la cantidad de vitamina A que tienen las cerezas dulces.
- Las cerezas contienen muchos antioxidantes que ayudan al sistema inmunitario y a la salud del corazón, y pueden reducir la inflamación causada por afecciones como la gota.
- Uno de los antioxidantes de las cerezas es la fitomelatonina, que puede ayudar a promover un ritmo circadiano de sueño saludable.
Las cerezas y la enfermedad del riñón
Las cerezas se pueden incluir en la dieta durante todas las etapas de la enfermedad del riñón. Contienen solamente trazos de sodio y tienen bajo contenido de fósforo. Las cerezas dulces tienen alto contenido de potasio (>200 mg en 3.5 onzas, que es casi media taza), mientras que las cerezas ácidas se consideran un alimento con bajo contenido de potasio (<200 mg en 3.5 onzas). Su dietista del riñón le dirá si necesita limitar el potasio y puede ayudarlo a incluir cerezas en su dieta.
Salsa barbacoa con cerezas
Porciones: 24
Tamaño de la porción: 2 cucharadas
Ingredientes
- 1 cebolla mediana, picada
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo, molidos
- 2 tazas de salsa de tomate
- 1 o 1 1/2 tazas de cerezas descarozadas (congeladas o frescas), picadas
- 1 1/4 taza de azúcar morena
- 1 1/3 taza de jugo de manzana sin endulzar
- 1 1/4 taza de vinagre de sidra de manzana
- 1 cucharadita de chile en polvo
- 1 1/2 cucharaditas de mostaza en polvo
- 1 cucharadita de pimienta de cayena (opcional)
Preparación
- Caliente el aceite de oliva a fuego medio. Agregue la cebolla y cocine hasta que esté blanda, unos cinco minutos. Añada el ajo y cocine un minuto más.
- Agregue salsa de tomate, cerezas, azúcar morena, jugo de manzana, vinagre de sidra de manzana, chile en polvo, mostaza y pimienta de cayena (si usa). Deje hervir; luego, baje el fuego a mínimo y cocine a fuego lento 30 minutos o hasta que la salsa se espese. Revuelva con frecuencia.
- Pase la preparación a la licuadora y licúe hasta obtener una preparación homogénea.
Consejos útiles
- El sabor varía según el tipo de cereza. Use cerezas dulces si desea una salsa más dulce y cerezas ácidas para dar un toque de acidez.
- Guarde la salsa en el refrigerador durante un mes como máximo.
- Úsela en cualquier receta que requiera salsa barbacoa.
Nutrientes por porción
Enviado por: Tara, dietista del riñón de DaVita de Míchigan (davita.com/diet-nutrition/recipes/sauces-seasonings/cherry barbecue-sauce) (En inglés)
*Este contenido se proporciona exclusivamente para uso informativo y no pretende ser un asesoramiento médico ni un sustituto del asesoramiento médico de un profesional de atención médica.